sábado, 18 de febrero de 2012

"No te detengas en mi tumba a llorar", Mary Elizabeth Frye/ "Do not stand at my grave and weep", Mary Elizabeth Frye


Este poema tiene una historia fascinante, la leí en Wikipedia en inglés pero la narraré brevemente a mi manera; quizás mi relato tenga algunas variaciones con respecto a la realidad pero, ¿qué es la realidad, o qué queda de ella cuando ha pasado tanto tiempo, sino los recuerdos descoloridos, y, en última instancia, las palabras? Mary Elizabeth Frye era una ama de casa que escribió este poema en su cocina, en una bolsa de papel, para una amiga a quien se le había muerto alguien.  El poema empezó a rodar de boca en boca, se usaba mucho en epitafios, se leía en misas de difuntos y alcanzó una popularidad sorprendente. La gente no sabía de quién era, y como maleza, proliferaron las versiones. Ésta que he traducido fue la usada como su epitafio, avalada por la investigación de una experta que estableció la autoría del poema, el cual se consideraba anónimo, 20 años después de escrito.



No te detengas en mi tumba a llorar.

No estoy dormida. No estoy allá.

Soy de miles de vientos el silbido,

de diamante en la nieve soy el brillo,

sobre el grano maduro soy el sol,

la lluvia suave del otoño soy.

Cuando en la quietud de la mañana estás despierto

Soy de despegue el impulso muy ligero

de silenciosos pájaros en vuelo circular.

De la estrella en la noche soy el tenue brillar.

En mi tumba no pares para llorar así,

Allí no estoy, no me morí.



Baltimore, 1932



Original:



Do not stand at my grave and weep,

I am not there; I do not sleep.

I am a thousand winds that blow,

I am the diamond glints on snow,

I am the sun on ripened grain,

I am the gentle autumn rain.

When you awaken in the morning’s hush

I am the swift uplifting rush

Of quiet birds in circling flight.

I am the soft star-shine at night.

Do not stand at my grave and cry,

I am not there; I did not die.



Baltimore, 1932



martes, 14 de febrero de 2012

"Esperanza" es la cosa con plumas..., de Emily Dickinson/"Hope" is the thing with feathers..., Emily Dickinson


"Esperanza" es la cosa con plumas


que anida en el alma,


y la canción sin palabras canta,


y nunca descansa




y en el vendaval se escucha aún más dulce;


la tormenta debe estar llena de dolor,


la que pueda abatir al pajarito


que tanto calor acobijó.




La escuché en el más frío país


y en el más extraño Mar;


mas nunca en necesidad


una migaja exige de mí.






Original:






"Hope" is the thing with feathers


that perches in the soul,


and sing the song without the words,


and never stops at all,



and sweetest in the Gale is heard;


and sore must be the storm


that coud abash the little bird


that kept so many warm.




I've heard it in the chillest land,


and on the strangest Sea;


yet, never, in extremity,


it ask a crumb of me.




“Toco el piano”, de Nika Turbina/ "Я играю на рояле", Ники Турбиной



Nika Turbina es un caso excepcional: fue niña prodigio (wunderkind) de la poesía. Les sugiero que busquen su nombre en youtube y vean los videos de ella, muy pequeña, recitando sus poemas; aunque no comprendan el ruso, la fuerza con que lo hace es realmente impresionante. Desgraciadamente, como ha sucedido con muchos otros de los grandes poetas, su fuego creativo la destruyó: se suicidó cuando tenía 27 años.



Toco el piano

Con un eco volaron los dedos,

La música les daba miedo,

Les dolía y los iluminaba.

Toco el piano,

No sé palabras,

No sé notas.

Sólo una sensación extraña

Tengo del sonido

Que llenó la casa.

Él bate las ventanas,

En torbellino sacudió

los árboles,

Confundió la noche con el día,

Ese sonido misterioso.

Toco el piano,

Poco a poco los dedos se detienen.

Esa música al universo pertenece,

Mi casa le es pequeña.

(1983)



Original:



Я играю на рояле,

Пальцы эхом пробежали,

Им от музыки тревожно,

Больно и светло.

Я играю на рояле,

Слов не знаю,

Нот не знаю.

Только странно

Мне от звука,

Что наполнил дом.

Он распахивает окна,

В вихре закружил деревья,

Перепутал утро с ночью,

Этот тайный звук.

Я играю на рояле,

Пальцы тихо замирают.

Это музыка вселенной,

Тесен ей мой дом.

(1983)

Leningrado, de Osip Mandelstam/ Ленинград, Осипа Манделштама





Regresé a mi ciudad, que conozco hasta las lágrimas

hasta las venas, de los niños las inflamadas glándulas

Tú regresaste aquí, así que ahora bébete

de los faros del río, de pescado el aceite

Reconoce ya pronto de diciembre la fecha

cuando la brea malvada se mezcla con la yema

¡Petersburgo! No quiero morirme todavía

de todos mis teléfonos tú aún tienes la guía

¡Petersburgo! Conservo algunas direcciones

en las que de los muertos aún encuentro las voces

Un timbre, donde vivo, en la negra escalera,

de la carne arrancado, en la sien me golpea

Invitados espero, sin quedarme dormido,

levantando en la puerta de cadenas un ruido


Diciembre 1930


Original:


Я вернулся в мой город, знакомый до слез,

До прожилок, до детских припухлых желез.

Ты вернулся сюда, так глотай же скорей

Рыбий жир ленинградских речных фонарей,

Узнавай же скорее декабрьский денек,

Где к зловещему дегтю подмешан желток.

Петербург! я еще не хочу умирать!

У тебя телефонов моих номера.

Петербург! У меня еще есть адреса,

По которым найду мертвецов голоса.

Я на лестнице черной живу, и в висок

Ударяет мне вырванный с мясом звонок,

И всю ночь напролет жду гостей дорогих,

Шевеля кандалами цепочек дверных.


Декабрь 1930


Osip Mandelstam: Vivimos sin sentir bajo nosotros el país


Copia autógrafa forzada obtenida durante el interrogatorio policial


Por éste epigrama en contra de Stalin, Mandelstam fue primero exiliado y luego recluido en un campo de trabajos forzados, donde murió. Como escribió él mismo, años antes de eso: "Sólo en Rusia se respeta la poesía: hace que maten a la gente. ¿Hay algún otro lugar donde la poesía sea un motivo tan común de asesinato?"
Fotografía tomada por el NKVD en el primer arresto, 1934



Vivimos sin sentir bajo nosotros el país,
hablamos y a diez pasos no se nos puede oír,
y donde se da acaso una media conversa
al montañés osetio del Kremlin se recuerda.
Sus dedos se asemejan a gusanos grasientos,
a una carga de pólvora, su discurso violento;
sonríe con su bigote como de cucaracha,
el brillo de sus botas de montar no se empaña.
Una chusma de cuelloflacos jefes le rodea,
a recibir servicios de medias-gentes juega.
Que silbe, que maúlle, que gima quienquïera:
es él quien aquí da manotazos y aporrea;
cual herraduras forja un decreto tras otro:
a uno en la ingle, a otro en la frente, en la ceja, en el ojo.
Cuando condena a alguien eso le trae contento: 
el corazón entonces no le cabe en el pecho .
Fotografía tomada por el NKVD en 1938, segundo arresto

















Noviembre 1933

Original:


Мы живем, под собою не чуя страны,
Наши речи за десять шагов не слышны,
А где хватит на полразговорца,
Там припомнят кремлёвского горца.
Его толстые пальцы, как черви, жирны,
А слова, как пудовые гири, верны,
Тараканьи смеются усища,
И сияют его голенища.
А вокруг него сброд тонкошеих вождей,
Он играет услугами полулюдей.
Кто свистит, кто мяучит, кто хнычет,
Он один лишь бабачит и тычет,
Как подкову, кует за указом указ:
Кому в пах, кому в лоб, кому в бровь, кому в глаз.
Что ни казнь у него - то малина
И широкая грудь осетина.


Ноябрь 1933

"Sueño mío callado...", de Osip Mandelstam/"Мой тихий сон...", Осипa Мандельштамa



Sueño mío callado, sueño de cada minuto,

bosque invisible, encantado

donde se oye un rumor vago

cual de velos de seda el susurro.

En encuentros locos y discusiones oscuras,

en la encrucijada de ojos asombrados,

un susurro ininteligible que a la vista se oculta

ceniza abajo se encendió, mas se ha apagado.

Y ha recubierto rostros como niebla

y la palabra en los labios, congelado:

da la impresión de un pájaro asustado

que en arbustos nocturnos aletea.





Osip Mandelstam
1908 (1909?)



Original:

 
Мой тихий сон, мой сон ежеминутный -
Невидимий, завороженный лес,
Где носится какой-то шорох смутный,
Как дивный шелест шелковых завес.
В безумных встречах и туманных спорах,
На перекрестке удивленных глаз
Невидимый и непонятный шорох
Под пеплом вспыхнул и уже погас.
И как туманом одевает лица,
И слово замирает на устах,
И кажется -испуганная птица
Метнулась в вечереющих кустах.


Осип Мандельштам
1908 (1909?)


"No soy tuya, ni en ti estoy perdida", de Sara Teasdale/"I am not yours, not lost in you", Sara Teasdale


No soy tuya, ni en ti estoy perdida,

nada perdida, mas mi alma tiende a desear
perderse como vela a mediodía,

perderse como un copo de nieve en el mar.



Tú me amas, y te hallo todavía

un espíritu hermoso y brillante,

sin embargo yo soy, yo quien desearía

perdida estar cual luz perdida en luz, errante.


Oh del amor sumérgeme en la profundidad,

déjame sorda y ciega, mis sentidos apaga,  
que del amor tuyo me arrase la tempestad,
en un viento apurado, yo una pequeña llama.                                                                                                                                                             
Original:


I am not yours, not lost in you,
Not lost, although I long to be
lost as a candle lit at noon,
lost as a snowflake in the sea.


You love me, and I find you still
A spirit beautiful and bright,
Yet I am I, who long to be
Lost as a light is lost in light.


Oh plunge me deep in love, put out
my senses, leave me deaf and blind,
swept by the tempest of your love,
a taper in a rushing wind.



Apología del traductor



Traducir literatura pareciera una tarea sacrílega. Cada idioma tiene sus cadencias, como los acentos del habla. Schopenhauer señala que “todas las traducciones son necesariamente imperfectas. Casi nunca se puede hacer la traducción de un período característico, expresivo y significativo, de una lengua a otra, de manera que produzca absolutamente el mismo efecto. En cuanto a la poesía, es imposible traducirla; se puede intentar una readaptación poética lo cual es siempre una empresa bastante dudosa. Incluso en simple prosa, la mejor traducción será a lo sumo, respecto al original, lo que es respecto a una pieza musical, la transposición de la misma a otra tonalidad.”(Arthur Schopenhauer, “Pensamientos, palabras y música”, Editorial EDAF, S. L. , Madrid 2010, pág. 72). Esta opinión suya tan radical la basa en el hecho cierto de que los significados de las palabras en los diferentes idiomas, en el caso de que existan las mismas palabras, pues puede suceder que no sea así, no necesariamente coinciden en significado. Usa un ejemplo muy claro, comparando los significados de las palabras en los distintos idiomas con círculos “que casi se cubren unos a otros pero no son del todo concéntricos” (op. cit. pág. 70).
Siendo músico, puedo discutir un poco con el viejo Schopenhauer y escribir que, a pesar de que creo en el carácter y color único de cada tonalidad, no veo la transposición como una abominación. La veo como una manera de hacer accesible la pieza a diferentes intérpretes. El final último de todo lo que hacemos, músicos y poetas, es compartir y hacer disfrutar a los otros disfrutando nosotros mismos. Todo lo que se oponga a este fin último lo considero purismo y pedantería inútil.
Yo supongo que pertenezco a una corriente de pensamiento que se podría en primera instancia denominar “romántica”. Considero que, siendo el que traduce conocedor del idioma fuente, puede percibir esa especie de emanación característica del texto que tiene enfrente, y si además es capaz de producir literatura por sí mismo el intento (y el deseo) de compartirlo con aquellos que hablan su misma lengua puede resultar afortunado, generoso y fecundo para todos los envueltos: el poeta original, los lectores y el mismo traductor.
La literatura es más que un juego virtuoso de palabras. Más que un juego de la mente, más que lo que está escrito en el papel. Al leerla, emana de ella una atmósfera particular, un perfume propio. El leer produce en nuestra mente una imagen que no es necesariamente ni siempre visual: es, como en música el sonido, la materialización de lo inefable; la magia particular de la literatura es su capacidad de llevarlo a través de un umbral, de un cambio de densidad y convertirlo -quizás sea mejor decir parirlo- en palabras.
Cuando yo traduzco, trato de captar el color, el perfume, el estado de ánimo de esa emanación del texto y luego de reproducirlo en mi propio idioma. Dado el carácter indecible de tal impresión, y siendo yo músico, he decidido llamar a tal emanación música, y estando la literatura tan ligada a la lengua hablada creo que no estoy alejada del todo de una interpretación válida del fenómeno literario (una interpretación, de muchas que pueden hacerse desde diferentes ángulos, del siempre cambiante e infinito caleidoscopio de la mente humana y el arte). De ahí he sacado el título de este nuevo blog de traducciones mías del ruso y del inglés: La música de las palabras.