martes, 14 de febrero de 2012

Osip Mandelstam: Vivimos sin sentir bajo nosotros el país


Copia autógrafa forzada obtenida durante el interrogatorio policial


Por éste epigrama en contra de Stalin, Mandelstam fue primero exiliado y luego recluido en un campo de trabajos forzados, donde murió. Como escribió él mismo, años antes de eso: "Sólo en Rusia se respeta la poesía: hace que maten a la gente. ¿Hay algún otro lugar donde la poesía sea un motivo tan común de asesinato?"
Fotografía tomada por el NKVD en el primer arresto, 1934



Vivimos sin sentir bajo nosotros el país,
hablamos y a diez pasos no se nos puede oír,
y donde se da acaso una media conversa
al montañés osetio del Kremlin se recuerda.
Sus dedos se asemejan a gusanos grasientos,
a una carga de pólvora, su discurso violento;
sonríe con su bigote como de cucaracha,
el brillo de sus botas de montar no se empaña.
Una chusma de cuelloflacos jefes le rodea,
a recibir servicios de medias-gentes juega.
Que silbe, que maúlle, que gima quienquïera:
es él quien aquí da manotazos y aporrea;
cual herraduras forja un decreto tras otro:
a uno en la ingle, a otro en la frente, en la ceja, en el ojo.
Cuando condena a alguien eso le trae contento: 
el corazón entonces no le cabe en el pecho .
Fotografía tomada por el NKVD en 1938, segundo arresto

















Noviembre 1933

Original:


Мы живем, под собою не чуя страны,
Наши речи за десять шагов не слышны,
А где хватит на полразговорца,
Там припомнят кремлёвского горца.
Его толстые пальцы, как черви, жирны,
А слова, как пудовые гири, верны,
Тараканьи смеются усища,
И сияют его голенища.
А вокруг него сброд тонкошеих вождей,
Он играет услугами полулюдей.
Кто свистит, кто мяучит, кто хнычет,
Он один лишь бабачит и тычет,
Как подкову, кует за указом указ:
Кому в пах, кому в лоб, кому в бровь, кому в глаз.
Что ни казнь у него - то малина
И широкая грудь осетина.


Ноябрь 1933

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